Las imágenes corresponden a la biblioteca de la Abadía de Santa María Laach, en Alemania. Un espacio que nos evoca uno de los mejores libros del siglo pasado y que recomendamos a los nuevos lectores en este día tan especial dedicado a las bibliotecas:
El nombre de la rosa, de Umberto Eco

Una apasionante trama y admirable reconstrucción de una época especialmente conflictiva, la del siglo XVI. Valiéndose de las características propias de la novela gótica, la crónica medieval y la novela policíaca, este título las actividades detectivescas de Guillermo de Baskerville para esclarecer los crímenes cometidos en una abadía benedictina en el año 1327. Le ayudará en su labor el novicio Adso, un hombre joven que se enfrenta por primera vez a las realidades de la vida, más allá de las puertas del convento. En esta primera y brillante incursión en el mundo de la narrativa, que Umberto Eco llevó a cabo hace ahora treinta años, el lector disfrutará de una trama apasionante y de una admirable reconstrucción de una época especialmente conflictiva de la historia de Occidente.
Algunos de los fragmentos en relación con los libros, las bibliotecas y los bibliotecarios:
La biblioteca está rodeada de un halo de silencio y oscuridad: es una reserva de saber, pero solo puede preservar ese saber impidiendo que llegue a cualquiera… Ese saber no es como la moneda, que se mantiene físicamente intacta incluso a través de los intercambios más infames; se parece más bien a un traje de gran hermosura, que el uso y la ostentación van desgastando.
¿Acaso no hay momentos en los que estarías dispuestos a hacer incluso cosas reprobables para tener en vuestras manos un libro que buscáis desde hace años?
La biblioteca se defiende sola, insondable como la verdad que en ella habita, engañosa como la mentira que custodia.
El libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas… Por lo tanto el bibliotecario los defiende no solo de los hombres sino también de la naturaleza, y consagra su vida contra las fuerzas del olvido, que es enemigo de la verdad.
Los libros no se han hecho para que creamos lo que dicen, sino para que los analicemos. Cuando cogemos un libro, no debemos preguntarnos qué dice, sino qué quiere decir.
Solo el bibliotecario, además de saber, está autorizado a moverse por el laberinto de los libros, solo él sabe dónde encontrarlos y donde guardarlos, solo él es responsable de su conservación. Los otros monjes trabajan en el scriptorium y pueden conocer la lista de los volúmenes que contiene la biblioteca. Pero una lista de títulos no suele decir demasiado: solo el bibliotecario sabe, por la colocación del volumen, por su grado de inaccesibilidad, que tipo de secretos, verdades o de mentiras encierra cada libro.
BiblioTEcuida: El lema con el que este año se celebra el Día de las Bibliotecas
La Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura, a través de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria, impulsa la celebración del Día de las Bibliotecas el 24 de octubre.
La edición de este año, bajo el lema BiblioTEcuida, se centra en destacar el papel de las bibliotecas de diferente tipología como espacios libres y abiertos que, a través de sus diversos servicios y recursos, se preocupan por atender las necesidades de sus usuarios. Las bibliotecas están abiertas a toda la ciudadanía y son un pilar fundamental al servicio de las comunidades a las que pertenecen.
Son muchas las vías a partir de las cuales las bibliotecas atienden y cuidan a los ciudadanos. La promoción de la lectura es la primera de ellas: las bibliotecas son espacios para la lectura. Una lectura que acompaña, que entretiene y que enriquece. Una lectura que cura: la lectura tiene un impacto directo tanto en el desarrollo y mantenimiento de las capacidades cognitivas como en el bienestar y la salud mental.
Las bibliotecas son un apoyo en el cuidado de todas las personas, por eso han hecho suya la idea de la Agenda 2030 de «no dejar a nadie atrás». Para cuidar a las personas, desde las bibliotecas se programan actividades especiales de apoyo a la comunidad, creación colectiva, acción cultural, servicios a colectivos especiales, atención a la diversidad o acogida a refugiados, entre muchas otras. Las bibliotecas también ejercen su labor de cuidados en espacios como hospitales o centros penitenciarios.
Las actividades de biblioterapia llevadas a cabo por bibliotecas están ayudando a mejorar la salud de las personas que participan en ellas. En el medio rural, los bibliobuses acercan la cultura a sus habitantes y las bibliotecas son un núcleo a partir del cual las comunidades rurales se fortalecen y crean arraigo, cuidando por tanto esas poblaciones.
Además, las bibliotecas cuidan tanto el acceso a la información como su veracidad, desempeñando un papel frente a los bulos y la desinformación. Por ello son un apoyo necesario para la formación, el aprendizaje y la investigación. También son una ayuda imprescindible para profesores, estudiantes e investigadores, asistiendo a la comunidad educativa y contribuyendo al fomento de la investigación científica. Por último, las bibliotecas también cuidan y protegen nuestro patrimonio documental para que podamos legarlo a las generaciones futuras.
Desde aquí: FELIZ DÍA DE LAS BIBLIOTECAS
