
Sinopsis:
Alguien que lleva muerto cuarenta años no puede ser secuestrado y, desde luego, no puede sangrar.
Vitoria, 2022. El exinspector Unai López de Ayala —alias Kraken— recibe una llamada anónima que cambiará lo que cree saber de su pasado familiar: tiene una semana para encontrar el legendario Libro Negro de las Horas, una joya bibliográfica exclusiva, si no, su madre, quien descansa en el cementerio desde hace décadas, morirá.
¿Cómo es esto posible?
Una carrera contrarreloj entre Vitoria y el Madrid de los bibliófilos para trazar el perfil criminal más importante de su vida, uno capaz de modificar el pasado, para siempre.
Me llamo Unai. Me llaman Kraken.
Aquí termina tu caza, aquí comienza la mía.
¿Y si tu madre fuera la mejor falsificadora de libros antiguos de la historia?
Opinión:
El pasado mes de febrero salió al mercado la nueva obra de Eva García Sáenz de Urturi, El libro negro de las horas, editado por Planeta. Pocas semanas después, lo compré en formato digital a pesar de que dudé cuando leí su sinopsis. ¿Por qué? A favor: una obra de un género que me encanta, escrito por una de mis autoras preferidas y una trama enlazada con el mundo de la bibliofilia. En contra: Unai López de Ayala, el inspector de la Ertzaintza en la Trilogía de la Ciudad Blanca cuyo final di por bien cerrado con su tercer título —Los señores del tiempo—, parecía ser el protagonista; sentí cierto temor a llevarme una decepción, pues adoro las sensaciones que guardo de aquellos thrillers.
Una vez en mi poder, me encerré en la habitación a leer. La trama principal arranca cuando Unai, exinspector y ahora formador de perfiladores criminales, recibe una llamada exigiendo que encuentre un raro volumen de El Libro Negro de las Horas a cambio de la vida de su madre. ¿Cómo podía ser posible si su madre falleció muchos años atrás? ¿No era de locos escuchar, además, que la persona secuestrada que aseguraban era su supuesta madre respondía a un nombre diferente y era la mayor falsificadora de libros de coleccionista de la historia? Unai no tiene más remedio que dar verosimilitud a la llamada cuando días después una muestra de sangre tomada de la escena de un crimen da una coincidencia con su ADN. Así que emprende una frenética búsqueda del citado ejemplar que le lleva a indagar entre bibliófilos y a visitar bibliotecas y librerías con solera en Vitoria y Madrid.
El libro negro de las horas es una novela negra o un thriller más sosegado que los títulos que constituyen la citada trilogía, lo que no significa que sea más aburrida; solo distinta. Está estructurada en capítulos cortos que se hacen muy amenos, y más cuando te mueres por saber qué ocurrirá en el siguiente.
La lectura me atrapó desde el comienzo, y no solo por los elementos que caracterizan a este género de novelas -la aparición de cadáveres, la introducción de varios sospechosos, los giros argumentales-, sino por las tribulaciones de una niña que me cautivó y que el lector identificará enseguida.
Hay dos tramas o historias que van alternándose entre capítulos hasta conectar en un punto determinado del presente. La principal, que transcurre en la actualidad, está narrada en primera persona con la voz del propio Unai, en línea con las pesquisas que se realizan; y la trama secundaria, que comienza a principios de los años setenta, narrada con la voz de una niña, donde la autora emplea con verdadero acierto la segunda persona (alternada con la tercera). No pude evitar empatizar con esa huérfana, y hasta hubo momentos en su relato que se me puso la piel de gallina mientras leía en el silencio de la noche con la única luz que salía del dispositivo.
Eres consciente de que algo malo, algo realmente malo está sucediendo.
Si a todo lo anterior le añadimos un estilo de escritura ágil, un lenguaje directo y la estupenda ambientación, no me extraña que la lectura apenas me durase un par de días.
Por otro lado, encontré algunas debilidades. En mi opinión, tiene tanta fuerza la trama secundaria que eclipsa la trama principal o criminal. En esta última, es cierto que disfruté el seguimiento de la investigación, las visitas a esos rincones de culto para los bibliófilos e incluso sonreí complacida ante las pequeñas «lecciones» sobre el mundo del libro antiguo y el coleccionismo (salvo algún momento puntual donde esa introducción de sapienza me resultó poco natural).
[…] amo los libros, pero los amo por su contenido, por las letras, por las palabras, por las historias que cuentan, por lo que hacen sentir a un lector. Esa es la esencia de los libros: transmitir historias, permitirnos vivir otras vidas de manera vicaria durante unos días.
Sin embargo, lo que recordaré mañana será la historia secundaria de El libro negro de las horas, el esfuerzo y sacrificio que le supuso la creación de facsímiles de joyas literarias a ese personaje infantil y su modo de contármelo. Vamos, que personalmente hubiera sido feliz si la novela se hubiera extendido en las raíces de esa niña (¡me quedé sin saber a qué nombre correspondían ciertas iniciales!) y en sus vivencias, ya como joven adulta (¿quizá un hilo del que tirar para futuras novelas?); no habría hecho falta rescatar a Unai de su retiro. Y lo dejo aquí, ya me entenderéis si leéis el libro.
En relación con los personajes, la novela peca de las deficiencias que son comunes a los segundos y sucesivos volúmenes que forman parte de una misma serie: la poca definición en la construcción de personajes que ya aparecieron antes. Es lo que sucede con Unai y su amiga Estíbaliz, por ejemplo, o el abuelo y Germán, hermano del primero. Solo que aquí nos encontramos con un libro que no forma parte de la Trilogía de la Ciudad Blanca, que puede leerse de manera independiente y, sin embargo, el perfil de los personajes que comparte con obras anteriores de la misma autora adolece de esa falta de profundidad si no los conoces de antes. Por supuesto, hay personajes nuevos; unos de escasa relevancia, varios introducidos para despistar al lector, y otro exquisitamente construido: esa niña que me «hablaba» desde el pasado a quien sentí como verdadera protagonista de la novela, no Unai.
Llegados a este punto, confieso que El libro negro de las horas no me ha decepcionado, pero tampoco me ha deslumbrado. Se disfruta. Su ritmo ágil, una trama muy bien imbricada en el fascinante mundo de la bibliofilia y las emociones que pueden despertar en muchos lectores el encuentro de un narrador en segunda persona, merecen la pena.
Mi valoración: 3.5/5
Puedes comprar o leer un fragmento de esta novela aquí.
Eva García Sáenz de Urturi (Vitoria) publicó en 2012 su primera novela, La saga de los longevos, un fenómeno de crítica y ventas, y en 2014 la segunda entrega, Los hijos de Adán, junto con la novela histórica Pasaje a Tahití. En 2016 publica El silencio de la ciudad blanca, un thriller apasionante ambientado en su ciudad natal que ha supuesto un gran éxito en nuestro país y ha sido traducido a más de una veintena de idiomas, copando la lista de los más vendidos en países como EE. UU., Francia, Alemania, Italia, Polonia, México, Argentina o Brasil. También fue objeto de una adaptación cinematográfica en 2019 de la mano de Atresmedia. Con esta novela arrancó una trilogía de la que Los ritos del agua fue la segunda entrega y Los señores del tiempo la tercera y el desenlace de la Trilogía de la Ciudad Blanca. Ha sido galardonada con prestigiosos premios, como el Libro de Ficción del Año en 2018 y The Golden Bullet a la mejor novela negra extranjera de 2019.
Su novela Aquitania ha sido la ganadora del Premio Planeta 2020. Toda su obra literaria ha llegado a más de dos millones de lectores.
Si quieres ampliar la biografía de la autora picha aquí.

FICHA TÉCNICA
Título: El libro negro de las horas
Autor: Eva Gª. Sáenz de Urturi
Género: Novela negra, thriller
Editorial: Planeta
Nº de páginas: 384
Idioma: Español
ISBN: 9788408252856
Fecha de publicación: 02/02/2022