
Sinopsis:
Camille espera a las puertas de un teatro. Clara y Sofía hablan de ella mientras deciden qué pedir en el bar donde trabaja Allegra, que escucha sin querer una conversación. ¿Podemos enamorarnos de alguien a través de las palabras de otros? Allegra creía que algo así era imposible, hasta esa noche, en la que empezó el resto de su vida…
Opinión personal:
Hay personas que no entienden que una puede enamorarse de un lugar, sin haberlo visto nunca, por lo que te cuentan, por las imágenes que has visto o, por qué no, gracias a la huella que te dejó la prosa de un/a autor/a. Y que, entonces, estás deseando comprobar cuánto de realidad hay en la imagen que sobre él creaste en tu mente. Por ejemplo, en mi caso, tras descubrir a Rosamunde Pilcher y caer bajo el hechizo de su pluma, pasar un verano en Cornualles es un sueño que tengo que cumplir, sí o sí. Me enamoré de los acantilados azotados por el mar, las casas asentadas sobre colinas escarpadas, los senderos irregulares que bajaban hasta la playa y los pintorescos pueblos de la costa, mientras leía novelas como Los buscadores de conchas o El Regreso. ¿Y quién no ha deseado perderse por el valle del Baztán tras leer la trilogía de El guardián invisible de Dolores Redondo?
Pero ¿y si no se trata de un lugar sino de una persona? Quizá no enamorarte, pero sí sentir algo en tu interior que te impele a conocer a esa chica o chico de la que has oído hablar tanto. Pues de eso, precisamente, trata Ayer empezó el resto de mi vida, de Helena Lago, de quien ya reseñé la antología de relatos Me alquilo para el 14 de febrero.
Allegra es una joven que trabaja sirviendo tapas y bebidas en un bar. Un día escucha a otras dos chicas hablar de una amiga, Camille, y tal y como la describen, le entran ganas de conocerla.
[…], parece una persona infinita en todos los sentidos, de las que no se comparan a otras, de las que no perecen.
Ayer empezó el resto de mi vida es una historia romántica, nada pastelosa, estructurada en cuatro partes. La primera y cuarta están narradas en tercera persona por un narrador omnisciente, mientras que en las partes dos y tres es Allegra, una de las protagonistas, quien actúa como narrador.
Me gustó que, al contrario de lo que pudiera parecer, Camille y Allegra sean las verdaderas protagonistas del relato, así como el modo en que su autora las presenta al lector. Llegamos a conocer a la primera de manera indirecta, a través de la conversación que mantienen Clara y Sofía, y a la segunda, porque ella misma nos cuenta quién es, lo que hace, lo que le gusta y lo que piensa a raíz de la conversación que escuchó, después de que nos llamara la atención como personaje gracias a las sutiles pinceladas de un narrador que todo lo observa.
No hay mucha profundidad en la construcción de los personajes, pero suficiente si consideramos su extensión. Y aunque breve, si ya has leído algo de esta escritora te reencontrarás con esa luz que proyecta Helena Lago cuando escribe sobre hechos tan cotidianos como una conversación entre amigas en un bar de tapas.
Una historia entretenida, con un final simpático, que deja con ganas de más.
Mi valoración: 3.5/5

Título: Ayer empezó el resto de mi vida
Autora: Helena Lago
Editor: Autoedición
Papel:
Encuadernación: Tapa blanda
Nº de páginas: 48 páginas
Fecha de publicación: 29/09/2015
Idioma: Castellano
ISBN-10: 1517574587
ISBN-13: 978-1517574581
e_book:
Formato: ePub, Kindle