
Sinopsis:
El atractivo Eric Monroe se despierta sobresaltado al recibir una inesperada llamada de teléfono de parte de su enfurecido jefe, recordándole que ya llega tarde a una importante cena de negocios. Eric, abnegado padre soltero y consumado conquistador, ha pasado las últimas doce horas con un hombre anónimo de los que tanto le gusta atraer a su cama. El sexo efímero y sin ataduras parece ser lo único que este joven asistente financiero está dispuesto a ofrecer.
Christopher es un brillante estudiante universitario, pertenece a una de las familias más adineradas de Nueva York y, de cara al mundo, podría decirse que tiene todo cuanto desea. Nadie conoce su doble vida. Nadie sabe lo que hace cuando sale por las noches y regresa a altas horas de la madrugada, magullado y deshecho, profundamente aliviado y a la vez torturado por los remordimientos. En aquella ocasión tan solo se trataba de un trabajo como tantos otros, un par de horas de sádico espectáculo para servir de divertimento a su principal cliente y a unos cuantos ejecutivos.
Eric no olvidará lo que vio. Chris, maniatado y con los ojos vendados, no olvidará lo que sintió al escuchar esa profunda voz desconocida. Una atracción complicada e irremediable que los llevará a recorrer un tortuoso camino donde los secretos y las historias del pasado pondrán a prueba su relación, su confianza mutua e, incluso, sus propias vidas.
«Quiero ser dominado, Eric. Sometido, amado y protegido por alguien a quien pueda entregarme por completo. Quiero que me hagas libre».
Opinión personal:
Cualquiera que se disponga a leer este libro no lo hace por casualidad, tampoco peca de inocencia, pues sabe de antemano lo que va a encontrar. El título no puede ser más explícito, Slave (Esclavo, en español), y el diseño de cubierta más claro en cuanto al contenido (dos marcas de látigo en la espalda de la figura ilustrada y unas plumas rojas en caída libre que denotan suavidad. Dolor y placer…).
Slave constituye el primer título de Ediciones el Antro y con él nos da la bienvenida a su colección Crash, la «colección de la palabra cruda y violenta, los libros malditos de la editorial. Pasiones irreverentes no aptas para corazones sensibles». Nos encontramos ante uno de esos libros de romance que pertenecen al género BDSM —las siglas que agrupan las relaciones de Bondage y Disciplina, Dominancia y Sumisión, Sadismo y Masoquismo—, raros de encontrar editados en castellano antes del boom editorial provocado por la cuestionada trilogía m/f de E.L. James (50 Sombras de Grey).
A día de hoy, el romance m/m no se ha visto afectado del mismo modo y el tema BDSM continúa limitado mayoritariamente a las novelas editadas en inglés de maestros como Chris Owen, C.B. Conwy o Claire Thompson, por ejemplo, o de algún título suelto que supone la incursión (más o menos exitosa) en este tema de otros escritores de romance homosexual. En castellano, si deseamos disfrutar de este tipo de lectura (salvo Una mano fuerte de Catt Ford editada por otra empresa del gremio), solo podemos recurrir a traducciones no profesionales distribuidas por la blogosfera o a relatos de supuest@s am@s y sumis@s o de autores totalmente desconocidos en webs, foros y grupos creados al respecto.
Me ha gustado mucho que Ediciones el Antro se haya atrevido a editar en castellano una novela que toca este tema y ampliar así la oferta. Una ficción que evita caer en eufemismos, falsos tópicos y frases llenas de prejuicios y que retrata con acierto parte de un estilo de vida que constituye una realidad para algunas personas. Su autora ha sabido resaltar con habilidad, claridad y astucia los tres preceptos sobre los que se asienta una relación de este tipo —sano, seguro y consensuado—, valiéndose, entre otros instrumentos, de cierto personaje que actúa como mentor en la historia, del carácter de los dos jóvenes protagonistas y de las marcadas diferencias en el modo de mantener relaciones sexuales antes y después de conocerse. Una práctica que es muy distinta cuando hay amor y cuando no lo hay. Y no digamos ya cuando ni siquiera existe un buen acuerdo.
Slave nos relata las vicisitudes por las que pasa la relación entre dos jóvenes, Eric y Chris, quienes se abisman en una atracción ingobernable, con secretos personales que amenazan con desestabilizar y destruir su confianza mutua, el futuro que anhelan e, incluso, su propia existencia. Ambos se conocen durante un «espectáculo» privado ofrecido por un local a un hombre rico y a su comitiva de invitados —entre los que se encuentran Eric y su jefe, Drew. Un espectáculo en que Chris es protagonista.
A pesar de ser una autora novel, Judit Caro construye con pericia y arte el perfil de Chris y Eric, dos personajes con un carácter diametralmente opuesto que me fascinaron desde el principio.
Chris es un joven huérfano que cursa estudios universitarios gracias a una beca que conserva a base de sacar matrículas de honor. Vive en una mansión con su tío, Rusell, un hombre muy rico e influyente que ejerce un tiránico dominio sobre él. En el fondo, Chris es demasiado inocente e incauto, inseguro de sí mismo, con un corazón noble y sensible y una forma particular de disfrutar las relaciones sexuales que terminan por colocarle en una posición de vulnerabilidad de la que otros se aprovechan. Así se ve obligado a llevar una doble vida de la que se avergüenza; una vida que se esfuerza en mantener oculta mostrando una actitud reservada y distante con todos, sin darse la oportunidad de tener siquiera un amigo.
Si me hubiera esforzado habría podido reconducir mi merecida fama de capullo antisocial a un plano menos drástico, pero dadas las circunstancias especiales de mi doble vida, lo cierto era que no me convenía. (Pág. 40).
Eric es todo lo contrario. Un simpático caradura que disfruta de las relaciones esporádicas sin ataduras. Posee un carácter amigable, positivo, y una actitud muy obstinada. Es quien pone la nota de humor en la narración. Trabaja para un hombre llamado Drew, por quien siente un profundo respeto, admiración y cariño.
Chris y Eric son los dos protagonistas de la novela. Ambos llevan una vida salpimentada de luces y de sombras. Influenciados, en cada caso y de manera muy diferente, por un personaje que parece ejercer de figura paterna. Uno odioso, el otro encantador.
Ambos jóvenes son los encargados de narrarnos, en primera persona y de forma alternativa, la historia. Una narración muy bien ejecutada, con giros imprevisibles, elementos sorpresa y tintes de acción que sin duda atraparán el interés del intrépido lector que se aventure a leerla. Una novela por momentos descarnada, violenta, en ocasiones triste pero, también, una novela que recoge maravillosos fragmentos llenos de humor, ternura y erotismo.
Quisiera subrayar aquí, como decía al principio, la habilidad de la autora en resaltar la diferencia entre el verdadero consenso y el “consentimiento” dado porque existan ciertas circunstancias que obligan a ello. Leí con una actitud totalmente diferente las escenas de sexo entre Chris y Eric, de aquellas otras en que Eric estaba ausente. Esa entrega del sumiso (Chris), libre y por amor, sólo tiene lugar con Eric, y reconozco en ello cierto romanticismo.
Le pertenecía por entero, en cuerpo y alma.
Era completamente suyo. (Pág. 280)
Slave me ha encantado. El epílogo, esa puerta entreabierta a través de la cual Judit Caro nos muestra el devenir de los personajes, me pareció genial. Puede decirse que respiré satisfecha. La novela la leí en dos tardes pero suceden tantas cosas que, cuando la terminé y me dispuse a releer ciertos pasajes, tuve la sensación de que había transcurrido mucho tiempo desde que la comenzara.
Me sorprendió, por lo poco usual, la inclusión de un menor en una historia con referencias a BDSM. Aquí son escasos los fragmentos en que el niño interviene pero creo que si la autora decidió crear este personaje, le podría haber sacado más partido ampliando las escenas en que éste aparece y desarrollando con mayor profundidad la relación entre el pequeño y su padre, inicialmente, y con la que será su familia, después. Hubo momentos en la narración que me pregunté dónde estaba el niño, para segundos después leer la explicación de que estaba (convenientemente) en casa de su vecina, sus “tíos” o en el colegio.
La novela está bien estructurada en capítulos cortos, cada uno de ellos encabezado por una o dos palabras directas, contundentes, seguidas de una máxima escueta que no sólo recoge la esencia del capítulo, sino que describe la fase en que se halla la relación entre Chris y Eric en ese momento y, lo que me llamó especialmente la atención, que subraya alguno de los axiomas sobre los que se asienta (teóricamente) una relación BDSM en la que hay amor.
Voluntad. Solo existo para complacerte. (Pág. 209)
¿Lealtad? No. Solo es amor. (Pág. 253)
Slave constituye la primera obra publicada de Judith Caro, una mujer de 29 años, más conocida en internet como Haku. Comenzó publicando sus escritos en diversas páginas web de contenido homoerótico, su género preferido y en el que se halla inmersa en la actualidad. En el año 2002 ganó el primer premio de Jóvenes Talentos de Cartagena, su ciudad natal, con una novela corta titulada Canción.
Mi valoración: 4.5/5
Más sobre la novela en la web de Ediciones el Antro:
http://www.edicioneselantro.com
Y aquí:
https://www.facebook.com/Slavenovela
FICHA TÉCNICA:
Título: Slave![]()
Autora: Judit Caro
Género: Romance homoerótico, BDSM Editorial: Ediciones el Antro
Colección: Crash -1
Formato: papel Tamaño: 15 x 23,5 cm. Encuadernación: rústica con solapas
ISBN: 978-84-941280-0-4
Año de publicación: 04/2013
Idioma: Español Nº Pág.: 304
Precio: 13,95 €
Formato: eBook (pdf, epub y mobi)
ISBN pdf: 978-84-941280-3-5
ISBN epub: 978-84-941280-2-8
ISBN mobi: 978-84-941280-4-2
PVP: 3,95 €