
Sinopsis:
En 1950, una joven llamada Coral Glynn acepta un trabajo en una casa de campo inglesa. Deberá cuidar a una anciana enferma, la señora Hart, con la que vive también su hijo Clement, un militar todavía convaleciente de las heridas sufridas durante la segunda guerra mundial.
En el frío ambiente de la casa, se produce el acercamiento entre Coral y Clement: dos seres solitarios que se reconocerán mutuamente en el dolor íntimo que uno y otro esconden.
Circunstancias aparentemente fortuitas –el encuentro con unos niños, la desaparición de un anillo o una carta extraviada– condicionarán desde el principio su relación.
En esta desolada historia de amor Cameron nos habla de la evolución de los sentimientos, de la rapidez con que la soledad y el deseo pueden dar lugar al amor y de cómo este, a veces, puede terminar transformándose en algo menos radical. Con su habitual maestría para crear ambientes y revelar los matices de sus personajes, Cameron nos guía por los sutiles recovecos sentimentales de la historia hasta un inesperado final.
Opinión personal:
No se puede hablar de esta novela sin utilizar adjetivos como compleja, inquietante y sorprendente. Su autor, Peter Cameron, es un escritor estadounidense (New Jersey, 1959) y reconocido activista. Graduado en Literatura Inglesa, ha trabajado en el mundo editorial y ha sido profesor en varias universidades norteamericanas. Además de una colección de relatos titulada De un modo u otro (1986), ha publicado varios libros que le han asegurado fama internacional, entre los cuales destacan Año bisiesto (1990), Un fin de semana (1995), Andorra (1997), La ciudad de tu destino final (2002) y las dos editadas en España por Libros del Asteroide: Algún día este dolor te será útil (2007) y Coral Glynn(2012).
La novela transcurre en Inglaterra durante la década de 1950, en una época y lugar en que las apariencias lo son todo. Su principal protagonista (que da nombre al libro), es Coral Glynn, una enfermera a domicilio que llega a un retirado caserón victoriano para cuidar a una anciana mujer moribunda. Allí conoce al hijo único de la anciana, el comandante Hart, y a la cocinera y ama de llaves, la señora Prence, que también habitan en la casa.
Es difícil encajar esta novela en un género determinado. El comienzo es propio de las novelas góticas y no puede ser más inquietante. La llegada de una joven a una casa triste, aislada, sombría, silenciosa, con numerosas habitaciones atiborradas de muebles antiguos. La lluvia y el frío, una constante. Junto a la casa, un frondoso y raramente transitado bosque de acebos. Una atmósfera opresora que afecta a sus solitarios moradores y que incluso salpica al propio lector.
Subió por las escaleras dejándolo allí abajo, tan solo en la penumbra que casi le pareció sumergido en ella.
[…] había insistido en mantener cerradas puertas y ventanas, como si una cámara sellada pudiera impedir la entrada de la muerte o que la abandonara.
Al comenzar a leer, inmediatamente vino a mi memoria Jane Eyre (Charlotte Brönte) y Rebeca (Daphne du Maurier), grandes obras de la literatura con las que guarda ciertas analogías, no sólo por el ambiente narrativo descrito sino, también, por los propios personajes. Por ejemplo, como Jane Eyre, Coral Glynn es una huérfana de ninguna belleza, riqueza o posición social, que acepta un puesto en una casa lúgubre donde habita un oscuro y melancólico hombre, aquí Clement Hart. Éste es un comandante del ejército retirado, que arrastra una cojera a consecuencia de las heridas sufridas durante la Segunda Guerra Mundial y cuyas relaciones de amistad se limitan al matrimonio que conforman Dolly y su gran amigo de la infancia, Robin Lofting.
Según nos sumergimos en la trama, empezamos a «devanarnos los sesos» sobre la extraña conducta psicológica de los personajes, intentando comprender su proceder, sus motivaciones y los secretos inconfesables que esconden. La narración, en principio gótica, termina evolucionando hacia el género psicológico. No existe el consabido romance y, aunque se produce un asesinato, no puede encajarse dentro del género de suspense o de misterio.
Los diálogos me llamaron especialmente la atención. Conversaciones que en su superficie pudieran parecer absurdas, pero nada más lejos de la realidad. Los diálogos son ambiguos, llenos de significados ocultos y recuerdos que no pueden evocarse ni aludirse a ellos en voz alta, escondidos tras un velo de pudor y vergüenza por los mismos personajes (y no me refiero sólo a Coral Glynn). Unos diálogos llenos de sobreentendidos, de palabras no pronunciadas, entre unos personajes que revelan más de sí mismos por lo que callan que por lo que cuentan. Unos diálogos que aportan mayor interés si cabe a la historia y desconcierto al lector.
Los personajes, entre los que se establecen unas relaciones dispares y extrañas, resultan sumamente atractivos por su compleja personalidad; incapaces de mostrar emociones en público y dotados de una gran fortaleza que les permite sobrellevar su soledad particular, su dolor. Aunque lentamente se van revelando sus motivaciones, estos se conducen de un modo tan impredecible (en ocasiones hasta incoherente) y tan afectado por el decoro y el proceder de los otros, que terminé el libro y pensé que seguía sin conocerlos del todo.
Entre ellos, Robin Lofting fue quien más me atrajo y la razón de esta crítica. Su pasado y su presente me resultaron especialmente dolorosos. (¡Qué triste vivir ansiando algo que no se puede tener!). La pincelada sobre su futuro, vergonzoso para unos, me pareció mucho más loable y valiente que la de Clement.
Amistad. Qué palabra tan dura, tan poco satisfactoria. Tenía muy poco valor, la amistad. No te daba calor por las noches. Ni siquiera podías tocarla. La amistad te daba una migaja de algo que necesitabas en grandes dosis, te mataba de hambre poco a poco, te debilitaba, te doblegaba.
La historia está hábilmente narrada en tercera persona y estructurada en cinco partes, cada una de las cuales viene acompañada de un salto calculado en el tiempo y en la vida de los personajes.
Sencillamente es magistral. Coral Glynn es de esos libros que te dejan con la necesidad de leértelo una vez más, que continúan dando vueltas en tu cabeza mientras te preguntas acerca de este detalle o aquel otro. Un libro que no deja indiferente y que sinceramente recomiendo.
Mi valoración: 5/5
Título: Coral Glynn Autor: Peter Cameron Género: Narrativa gótica, psicológica Editorial: Libros del Asteroide Traducción: Patricia Antón Formato papel: ISBN: 9788415625520 Encuadernación: 12,5 x 20 cm Longitud: 269 páginas Precio: 18,95 € Formato e-book: ISBN: 9788415625643 Precio: 10,99 € Año de edición en España: 2013 Longitud: 269 páginas Idioma: Castellano